El Buen Fin: ¿descuentos reales o una ilusión bien vendida?

Cada año, cuando llega noviembre, los anuncios del Buen Fin inundan nuestras pantallas, calles y correos electrónicos. Se presenta como “el fin de semana más barato del año”, una oportunidad para adelantar compras navideñas, renovar el guardarropa o adquirir ese artículo que llevamos meses deseando. Pero… ¿alguna vez te has detenido a pensar de dónde surge esta tradición y si realmente es tan buena como parece?

El Buen Fin nació en 2011, inspirado en el famoso Black Friday estadounidense. Su propósito inicial fue impulsar la economía interna, reactivar las ventas y ofrecer descuentos atractivos a los consumidores. En teoría, todos ganan: las empresas venden más, los consumidores aprovechan precios bajos y la economía se mueve. Sin embargo, con el paso de los años, muchas personas comenzaron a notar algo: algunos precios se inflan días antes, los “descuentos” no son tan significativos y las compras impulsivas dejan más deudas que beneficios.

¿Realmente estamos comprando con inteligencia… o cayendo en un juego de mercadotecnia perfectamente planeado?

Las estrategias de marketing durante el Buen Fin están diseñadas para provocar emoción, urgencia y una sensación de oportunidad única. “¡Últimas piezas!”, “¡Solo hoy!” o “¡Descuento exclusivo!” son frases que nos hacen sentir que si no compramos ahora, perderemos algo valioso. Pero muchas veces, al revisar con calma los precios antes y después, descubrimos que el ahorro no siempre es real.

Por otro lado, también hay quienes aprovechan el momento para adquirir productos que realmente necesitan —a veces con buenas ofertas— y logran planear sus compras de manera responsable.

Entonces, el dilema está en:

¿El Buen Fin sigue siendo una oportunidad de ahorro o se ha convertido en una gran estrategia comercial para impulsar el consumo masivo?

¿Has encontrado verdaderas ofertas en el Buen Fin?

¿O crees que es puro gancho publicitario?

Porque, al final, más allá de las compras, el verdadero buen fin sería aprender a consumir con conciencia. (Sam García)